NUESTRA FORMACIÓN HUMANA, DETERMINANTE EN LA RELACIÓN DE PAREJA.
LA PAREJA HUMANA
Durante
mi corta vida he dedicado bastantes horas al estudio y análisis de las parejas
heterosexuales. Observando cambios en su medio ambiente: de la pareja tipo
“patriarcal” hemos pasado a la familia tipo “nuclear”, y de estas se ha pasado
a una tercera la (familia diversificada), como lo menciona Alvín Toffler.
Trabajar
por la genuina humanización de la sociedad es un desafío bastante complejo.
Para lograr que este proceso realice su cometido, es necesario partir de la
creación de una conciencia ética que haga surgir en el hombre la intuición
profunda de que el ser humano (varón y mujer) es eminente racional, con una
orientación al sexo opuesto, y en el plan de hacerse una sola persona, es
decir, una totalidad en vista a realizar un proyecto común en unidad y
sobretodo fidelidad. Logrando llegar a un respeto mutuo, donde no sea un simple
acto de prostitución.
Cuando
uno se enamora se vislumbran las grandes potencialidades de una relación de
amor entre el hombre y la mujer. Es un periodo mágico en el que parece que todo
está resuelto o que se puede resolver por un encanto. Uno se siente ligero,
lleno de alegría y maravilla, Parece que casi han desaparecido las limitaciones
las heridas, la desconfianza de base de la derivada del sufrimiento de la infancia,
del temor de amar, de abandonarse al otro. Es como si hubiera encontrado en el
otro la felicidad de la fusión, ese paraíso perdido con la separación del útero
biológico y psicológico. Y, sin embargo, para muchos la comprensión y la
armonía sexual no han sido un punto de partida, sino una búsqueda y un camino.
La
relación de pareja, la más profunda, involucrante y plena de las relaciones
humanas es un instrumento privilegiado para construir la relación consigo
mismos. De ahí deriva que la primera fecundidad del ser pareja es la fecundidad
hacía sin mismos.
Están
bien las declaraciones del periodo de enamoramiento, cuando dábamos lo mejor de
nosotros mismos, de nuestra juventud, de las certezas de que sería nueva y
diversa nuestra vida, con el paso del tiempo nuestro actitud y gustos van
cambiando poco a poco vamos olvidando a ese niño interior.
Se tú
mismo y da mucho amor…
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