EL DIÁLOGO DE LOS CUERPOS
EL
DIÁLOGO DE LOS CUERPOS
La persona, como ya ha sido subrayado por gran parte de la filosofía
y de las ciencias humanas, es constitutivamente relación, encuentro, sujeto de
relaciones.
Llevamos en nosotros, desde el nivel biológico en los genes, la relación
de la que somos fruto y cada vez más somos nosotros mismos a través de la
relación con el otro, con los otros.
El niño pasa de la indistinción primitiva la condición de sujeto
cuando la palabra del otro lo Llama por su nombre, identificándolo y ayudándolo
a identificarse como realidad diversa, otra y separada de la madre con la que
hasta ahora se confundía
Desde los primeros años de vida, pues, nos volvemos nosotros mismos
por medio del tú. Porque otro nos llama y nos reconoce, nosotros nos reconocemos
en nuestra identidad y alteridad. Esa dimensión relacional que nos construyen
las estructura como seres humanos adquiere valor y significado particulares en
la relación de pareja. Desde el momento de nuestro encuentro y luego poco a
poco en la elección del compañero y en el camino común hemos reconocido en el
otro ese rostro, esa palabra, única para cada uno de nosotros, que nos invite a
salir de nuestra soledad para construir juntos una historia, un proyecto de
vida.
Hemos entrado en una relación interpersonal, relación entre dos
personas, diversas, relación entre un yo y un tú, relación caracterizada por la
reciprocidad como comienzo, base y fundamento para un recorrido hacia la
construcción del nosotros, a la comunión y el altruismo.
La sexualidad es el elemento en instrumento fundamental en esa
perspectiva Y de esa perspectiva relacional. La sexualidad como comunicación,
como parte integrante de la comunicación de la pareja, de la que incluso
representa el aspecto particular.
La sexualidad, pues, nos caracteriza como seres masculinos y
femeninos y es Eros, fuerza que nos lleva a salir de nosotros mismos, a
comunicar, a ponernos en relación con el otro. Es un lenguaje caracterizado y
connotado por una particularidad muy suya, Pero qué, como todo lenguaje, supone
un yo y un tú que se donan el uno al otro como varón y mujer.
Nuestro cuerpo habla, todo nuestro cuerpo tiene su lenguaje, hecho
de sonrisas, gestos, miradas, movimiento de varios tipos, muchos de nosotros
tuvimos que descubrir el lenguaje del propio cuerpo, descubrir que somos
cuerpo, vivir los propios gestos superando el dualismo entre espíritu y materia
para sentirnos encarnados, para convertirnos en una realidad única y poder
hablar con el otro el lenguaje de los gestos, el lenguaje del cuerpo.
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